La sociedad saharaui se caracteriza por numerosas costumbres, tradiciones y festejos muy singulares, que tienen que ver con los distintos aspectos de la vida como el nacimiento, la Akika “celebración del séptimo día de nacimiento del bebé”, la circuncisión, el compromiso matrimonial, la boda, el repudio, el fallecimiento y los actos de entierro. Igualmente, hay  otras tradiciones relacionadas con las celebraciones religiosas, particularmente las fiestas religiosas y los dos meses de Chaâbane y Ramadán.

Por otro lado, encontramos otros tipos de tradiciones inherentes al arte culinario tradicional, concretamente a las comidas y bebidas populares, así como  la tradicional vestimenta llamada “al-mahlfa” con que se atavían las mujeres y la “darrâa”, el traje de los hombres.

A esto, cabe sumar el sentido de la generosidad,  de la hospitalidad, el ocio, el mobiliario y la disposición del hogar, los principios de la educación, el espíritu de solidaridad y la relación que mantiene el hombre saharaui  con su ganado y con los demás animales, particularmente con el camello, esta infatigable ‘nave del sahara’.

Estas costumbres y tradiciones son instrumentos necesarios para captar las dimensiones semióticas y la “trascendencia” cultural de la herencia popular hassaní. Igualmente, constituyen un elemento clave para aprehender el modo de vida en las provincias del Sur, y reflejan la creatividad humana que plasma los rasgos peculiares del espacio saharaui y sus características a través del tiempo.